Poco puedo decir de la importancia de la obra de Jorge Luis Borges, autor que escribió poesía, relatos y ensayos. Sus cuentos están enmarcados en el límite de la sobrenatural y lo fantástico con la realidad y el escepticismo más fuerte. Esta serie de relatos que compone el libro Ficciones es la que junto con los cuentos de el Aleph dio amplia notoriedad y fama a un Borges que no sería mundialmente reconocido hasta los años 60, con sus conferencias y sus charlas maestras. Ciego desde 1955, siguió leyendo hasta su muerte acaecida en 1986 por unos ojos que no fueron los suyos, sino por ávidos lectores que deleitaban al maestro con sus libros en francés, alemán, español e inglés, idiomas que dominaba entre otros como el islandés o el antiguo anglosajón. El relato inicial que abre el libro uqbar tlon orbis tertius es una fantasía sobre el idealismo y la vida mental de sus habitantes. Vemos los restos de las doctrinas de Hume y de Berkeley, esos soñadores de lo real. Mi maestro, Juan Carlos Rodríguez, consideraba este relato la obra maestra del autor. Los relatos posteriores son una buena muestra de la imaginación fantástica de Borges, que mezcla los conocimientos del gnosticismo y de la cábala con el mundo de los detectives, como muestra el relato la muerte y la brújula. El acercamiento a Almotásim es una mezcla de ficción y realidad sobre el autor de una novela que tiene la influencia de Attar y su coloquio de los pájaros así como del cabalista Isaac Luria, que habló de un nuevo modo de transmigración de las almas llamado Ibbur, en el que un maestro penetra en el alma de un discípulo para instruirla. El milagro secreto tiene una idea muy novedosa, como es la detención del tiempo. Un condenado a muerte le pide a Dios que le otorgue un plazo de tiempo para acabar su obra. Cuando el pelotón de fusilamiento va a ejecutarlo, las balas se detienen y transcurre un año, tiempo durante el cual termina su obra, acabada la cual muere el protagonista. La idea no es del todo original y está tomada de Ambrose Bierce y su cuento maestro el incidente del puente del búho. El relato metafísico el jardín de senderos que se bifurcan da lugar a lo que Deleuze llama la totalidad de los posibles, haciendo referencia a los infinitos mundos posibles de Leibniz, y al concepto de composibilidad. Todos los futuros existen simultáneamente en una red de tiempos paralelos, convergentes y divergentes. El tiempo no es una línea, sino una red de intencionalides, como describió Merleau-Ponty en su fenomenología de la percepción. Tal vez el relato más increíble sea el de la biblioteca de Babel, en el que el universo tiene la forma de una biblioteca infinita, donde todos los libros existen y hay una refutación de la propia biblioteca. Aquí Borges juega con los conceptos de azar y necesidad, de orden y caos, de infinitud y de lo ilimitado y lo periódico
Borges me parece el escritor más fascinante de los que he leído, pero considero que su erudición libresca puede resultar un impedimento para el lector medio. Yo, que me he dedicado y me dedico a leer los libros que él leyó, labor en la que llevo más de quince años, disfruto cada palabra y cada página de su pluma. Ojalá el lector de esta reseña sienta lo mismo que yo.