Adorno fue uno de los máximos representantes del marxismo del siglo XX. Su formación fue multidisciplinar. Estudió filosofía, sociología, comunicación y música. Sus obras completas abarcan más de 20 tomos. En este breve ensayo, Adorno hace un breve resumen de la filosofía como estaba a principios del siglo XX, en los años 30. Adorno fue amigo de Lúkacs y de Benjamin, dos figuras representativas del marxismo de mediados de siglo. La tesis principal del marxismo, como Marx sostuvo, es que son las relaciones sociales y económicas las que determinan la historia. Marx dijo que todos los filósofos habían tratado de interpretar el mundo, pero de lo que se trataba era de transformarlo. Adorno acude al pensamiento de Hegel para superar la lógica tradicional y fundamentar una lógica dialéctica que se base en la oposición de los contrarios y en su superación. Hegel estableció que el fundamento de la realidad es la contradicción. Cada contradicción da lugar a una nueva síntesis que a su vez da lugar a una nueva contradicción. Dios sería la razón encarnada en el mundo, superadas todas las contradicciones. También Adorno menciona la fenomenología de Husserl, que se basa en el idealismo trascendental kantiano. Husserl hizo una gran aportación con la intuición de esencia, pero su gran contribución fue que puso a la filosofía a la altura de las ciencias naturales, depurándola de toda metafísica. El tribunal de la Razón justifica a la Razón en sí misma, pero para Adorno la Razón no puede ser el objeto sacrosanto de culto al que tiende la filosofía, pues después de la segunda guerra mundial y después de Auschwitz el mundo vive en la irracionalidad y en la sinrazón. La razón instrumental es lo que se origina de este pensamiento, que desarrolló junto con Horkheimer. También Heidegger tiene cabida en estas páginas. Su historicismo del ser y su tesis de que el ser es ser para la muerte y el ser humano es proyecto arrojado al mundo es uno de los pensamientos más influyentes del siglo XX. Heidegger se cuestionó por la pregunta por el ser y dio la contestación de que el ser no es un ente. El olvido del ser desde Parménides hasta Nietzsche ha hecho que se olvide la cuestión fundamental ¿Qué es el ser? En la metafísica tradicional el Ser es Dios. Para Heidegger el ser acaece y en todo caso no puedo sobrepasar el ámbito de lo temporal.
Freud es otro de los autores analizados en este bonito ensayo. En concreto sus afirmaciones sobre el inconsciente y su relación con la personalidad. Como es bien sabido, Freud dividió la psique en tres apartados que se interrelacionan. El ello, los deseos inconscientes latentes, el yo o el guardián, la conciencia y el super yo o la moralidad y los frenos que nos impone la sociedad. Sin duda el yo tiene que lidiar entre los deseos que quiere ver consumados y las limitaciones que le imponen las estructuras del exterior. Cuando el inconsciente hace su aparición en la vida consciente, la psicopatología tiene lugar.