La literatura en lengua inglesa es posiblemente la más rica de las que pueblan el orbe. Para empezar, nos ha dado al mejor literato de todos los tiempos, Shakespeare, cuya música verbal y sus muertes y venganzas apasionan al lector medio. Pero el número de escritores que han aportado su grano de arena a la literatura es prácticamente infinito: Coleridge, Wordsworth, Keats, Shelley, Byron son sólo algunos de los poetas más famosos de las letras anglosajonas. Pero también en la novela hay autores inmortales: Dickens, Thackeray, Trollope, Meredith, Conrad, Stevenson, Kipling, Chesterton y H.G Wells. De este último autor es del que voy a reseñar un libro sobre su autobiografía, la faceta menos conocida suya, ya que como el lector sabrá, Wells es conocido principalmente por sus mundos fantásticos y sus incursiones en la ciencia ficción, al que se le considera el padre del género junto con Verne. Cuando le preguntaron a Wilde lo que opinaba de Wells, éste contestó que era un Julio Verne científico. En el libro experimento en autobiografía Wells nos habla sobre sus años de infancia y de cómo su madre le inculcó la religión y el miedo al infierno desde pequeño, lo que le produjo pesadillas y un temor constante hasta que maduró lo suficiente para darse cuenta de que el infierno es, como casi todo, una invención humana. Menos conocida es su faceta de periodista y sus estudios en biología y geología, que le llevaron a estudiar con Huxley. Esta base científica sería el origen de sus posteriores relatos de ciencia ficción tan famosos como extraordinarios. Citemos algunos: la máquina del tiempo, el hombre invisible, la isla del doctor Moreau, la guerra de los mundos. Es interesante saber que Wells es el único autor que tiene dos o más libros en la colección de obras maestras que hay que leer. El libro está escrito con humor e ironía. Nos cuenta cosas verdaderamente insólitas, como que tuvo pensamientos homosexuales o que le fue infiel a su mujer con su criada. También narra el difícil oficio del escritor, y de cómo tuvo que vender una serie de artículos a periódicos y revistas para poder subsistir y mantener a su familia.
La fama de Wells es bien merecida. La gente tiende a pensar que sólo escribió obras de ciencia ficción, pero esto no es cierto. Uno de sus primeros libros, el amor y Mrs Levisham, trata sobre las relaciones de pareja. Un libro que no he conseguido encontrar en español, the undying fire, traducido como el fuego inmortal, es la respuesta hebrea a los diálogos de Platón, el mito de Job y del justo que sufre. Su influencia ha sido grande. Fue amigo de Conrad, de Shaw, de Henry James y de algunos otros. La crítica lo consideraba el nuevo Kipling, debido a su precocidad. Sus sucesores han bebido de la gran imaginación que tenía, y así Stapledon creó mundos de máquinas y galaxias pensantes que dirigían planetas y gobernaban mundos. La ciencia ficción está considerada un género menor, pero en el caso de Wells sus novelas siempre están llenas de enseñanzas y de principios morales. Como Nietzsche, podemos soportar cualquier cómo porque tenemos un por qué.