Harold Bloom es el crítico literario más audaz de nuestro tiempo. Fiel defensor del esteticismo en la literatura, su lucha está destinada a erradicar todos los ismos que según él, han dañado el estudio de la literatura: marxismo, feminismo. Digámoslo claro. Bloom es un defensor del arte por el arte y como Nietzsche justifica el mundo como hecho estético. En este libro, el canon occidental, hace un estudio de 26 autores que él ha dado en considerar canónicos y que por lo tanto forman un sistema cerrado de lo que considera la mejor literatura de Occidente.
Shakespeare es el centro del canon. Todo orbita en torno a su figura. Según Bloom, Yago y Edmundo son los precursores de un sinfín de personajes posteriores, como los anti héroes de Dostoievski. En mi modesta opinión, no creo que Shakespeare haya ejercido tanta influencia. Postular que él es el descubridor de la naturaleza humana me parece correcto, pero lo considero excesivo con respecto a otros autores, como Goethe o Milton. Es muy destacado el hecho de que sólo hay una obra española en el canon, y como no, tiene que ser Don Quijote. Bloom barre para casa y vemos que casi todos los elegidos son angloamericanos, con la excepción de Proust, Montaigne, Moliere y Goethe. Yo amo la literatura inglesa y norteamericana, pero creo que es injusto que el 80% de los autores escogidos sean del mundo anglosajón. Tampoco creo que Tolstoi sea el representante de la literatura rusa por encima de Dostoievski, y desde luego, si Tolstoi se hizo inmortal fue por sus dos grandes novelas, guerra y paz y Anna Karenina, y no por el cuento que Bloom elige. Estoy de acuerdo en que Wordsworth es el creador de la poesía moderna, y que Milton erigió su propio mundo en el paraíso perdido. Pero no creo que George Eliot y Dickens tengan que ser los modelos ejemplares de novelas canónicas, sobre todo habiendo autores como Flaubert, Balzac o el propio Dostoievski. Además, la obra reseñada de Dickens, casa desolada, es una buena novela, pero no la considero la mejor como hace Bloom. Para mí grandes esperanzas es superior.
Ya en el siglo XX, Bloom coloca en el centro del canon a Borges y Neruda como representantes de la literatura iberoamericana. Estoy de acuerdo con que Borges es el autor sudamericano más universal del siglo XX, pero no considero que Neruda deba ocupar el mismo puesto, sobre todo habiendo poetas como Rilke que quedan fuera del canon.
Faltan los más grandes, Proust, Joyce y Kafka. El concepto de indestructibilidad de este último nos conduce a Jehová Dios y a la figura del padre, tal vez muy bien representada por el Abraham de Kierkegaard. Kafka era devoto de Kierkegaard y Pascal, y por eso tendemos a ver una lectura teológica de sus novelas. Proust me parece un genio en toda su extensión y Joyce intentó crear la obra total con Ulises y después con Finnegan´s Wake, pero logró tan sólo un éxito parcial. Sus obras son libros para ser analizados, pero no para ser leídos. Por último estoy en completo desacuerdo en meter a Beckett en el canon occidental, pues su obra me parece mala y pobre.
Se trata este de un libro un tanto especial, pero con unos gustos muy subjetivos. Recordemos que la labor de Bloom fue siempre ir contra el criterio de T.S Eliot. Por eso también lucha Bloom contra el psicoanálisis de Freud, al que también introduce en el canon, contra el neohistoricismo de Foucault, contra Derrida y Paul de Mann. No obstante su lectura me ha deleitado, aunque tengo ciertos desacuerdos con el autor.