Borges oral

¿Qué decir, qué no decir de Jorge Luis Borges? No en vano se trata de mi escritor favorito y de uno de los más importantes del siglo XX. Su vastísima erudición le hizo adentrarse en todos los campos, tales como la poesía, el cuento fantástico, la filosofía, la historia o el anglosajón, idioma que aprendió junto con el islandés ya estando ciego, desventura que compartió con Homero, con Milton y con Joyce.

 

En esta reseña trataré brevemente las conferencias sobre cinco temas que dio en la Universidad de Belgrano. Estos temas son el libro, la inmortalidad, Swedenborg, el cuento policial y el tiempo. El libro es para Borges tan esencial como las manos o los ojos y es incapaz de imaginar su vida sin los libros. El tema principal trata sobre la sacralidad del libro. En César y Cleopatra de Shaw se dice que la Biblioteca de Alejandría es la memoria de la humanidad. Cuando le preguntaron a Bernard Shaw si creía que la Biblia había sido escrita por el Espíritu Santo contestó: ”Todo libro que vale la pena de ser releído ha sido escrito por el Espíritu.” Platón decía que los libros son como efigies, ya que si les preguntas algo no responden nada. Emerson describe una biblioteca como un gabinete mágico.

 

La inmortalidad ha sido buscada por todos los hombres de todos los tiempos. Contrariamente a lo que quería Unamuno, Borges descree de la inmortalidad personal. Él cree en la inmortalidad cósmica, ya predicada por Schopenhauer. La inmortalidad de nuestras palabras, de nuestros actos, de nuestra memoria. Cita la tesis de la metempsícosis de Pitágoras y Platón y defendida por John Donne en su poema el progreso del alma.

 

Swedenborg es el prototipo de místico por excelencia, ya que frecuentó el cielo y el infierno durante años, al hablar con los ángeles. Su doctrina es que nosotros somos los que elegimos el cielo o el infierno con nuestra libertad según nuestro parecer. El cielo y el infierno no son una recompensa o un castigo, sino que dependen de nuestra voluntad.

 

El cuento policial tiene su origen en la obra de Edgar Allan Poe, los crímenes de la rue Morgue, con Auguste Dupin, el primer detective de la literatura. Dupin es nuestro amigo como después lo sería Sherlock Holmes. Borges sostiene que Poe no es el maestro del género ya que Chesterton es superior a Poe. La saga del padre Brown es una buena muestra de la genialidad del autor católico. Ya Wilkie Collins en sus dos obras la dama de blanco y la piedra lunar son las mejores novelas policiales que se han escrito, y además desde un punto de vista psicológico.

 

 

El tiempo es el tema central de la metafísica para Borges, citando a Bergson. Define el tiempo absoluto de Newton que fluye en mitad de la noche, como declara el verso de Tennyson, entre los astros, y que es el río cósmico de nuestras vidas. Platón definió el tiempo como “imagen móvil de la eternidad”. Plotino, siguiendo a su maestro, declara que el tiempo es la vida sucesiva del alma. Aristóteles da una definición más técnica. El tiempo es “el número del movimiento según el antes y el después”.

 

En estas cinco conferencias de Borges sentimos la íntima relación con el autor. Borges se preciaba de ser un excelente lector, y eso es lo que transmite en estas agradables páginas.

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