Este libro de Richard Dawkins es otra biblia del ateísmo. Basándose en la teoría de la evolución y en la selección natural, Dawkins destruye todo atisbo de religión y de Dios que nuestras mentes podrían formar. Hace un repaso de las pruebas de la existencia de Dios, las famosas cinco vías de Santo Tomás y el argumento ontológico de San Anselmo. Ya refutadas por Kant, Dawkins se declara como ateo radical y propone la prueba del 747 para demostrar la improbabilidad de la existencia de Dios. Según él, la probabilidad de que Dios exista es la misma de que después de pasar un tsunami las piezas de un 747 quedasen ensambladas. Todo se explica mediante la selección natural, no hay lugar para la fe ni la religión, ya que para Dawkins la religión es el mal principal de los pueblos. Para defender su posición argumenta las guerras de religión y los actuales atentados terroristas islamistas que se hacen en nombre de Alá
Incluso nuestros sentimientos acerca del bien y del mal no tienen que estar basadas en la moral cristiana, sino en los genes. Puede haber una moral sin religión y sin Dios, esto ya nos lo enseñaron los existencialistas. En mi opinión la tesis de que Dios es más o menos probable me parece un error, ya que no cabe definir a un ser infinito y perfecto en términos de probabilidades. O existe o no existe.
Luego se pasa a analizar el concepto del Dios del Antiguo Testamento y Dawkins llega a la conclusión de que se trata de un Dios irascible, vengativo y odioso. La concepción de Dios fue evolucionando hasta llegar al Dios de los deístas, donde Dios sólo interviene para poner en funcionamiento la máquina del mundo y luego se olvida de su creación. Einstein tenía una concepción spinozista de la divinidad, y argumentaba que Dios era el universo y sus leyes.
Dawkins nos dice al principio del libro que su propósito al escribirlo es conseguir que al terminar de leerlo el lector se haya convertido en ateo. Confieso que eso no me ha ocurrido y creo que es un propósito que está por encima de las capacidades de Dawkins. El libro es demasiado científico y muchas veces resulta difícil seguir las deducciones que Dawkins hace por ser demasiado técnicas. El libro no es tan divulgativo como me esperaba y eso se nota en ciertos capítulos, tediosos y de difícil lectura. Me habría gustado ver argumentos más elaborados a la hora de defender su posición atea y menos técnicas. El ateísmo está aumentando de forma exponencial en los últimos tiempos. Se cree que el origen del movimiento ateo se forjó en la Ilustración, pero realmente siempre ha existido. Tenemos por ejemplo el caso de Carnéades o de Diágoras. Protágoras es otro ejemplo.
En definitiva, libro interesante pero un poco pesado, demasiado científico y técnico y en algunos momentos no muy bien redactado. No sé si se deberá a la traducción española.