Esta novela de 1867 de Zola fue la que inauguró la corriente del naturalismo. Analizaré primero el argumento del libro, para luego hacer la interpretación ulterior.
Thérèse es una joven que comparte su vida con su primo Camille, un joven de carácter enfermizo y de naturaleza débil, y que habita con este y su tía, la madre de Camille, en unas condiciones bastante deficientes. El afán de la señora Raquin es salvar a su hijo de la muerte y del sufrimiento que padece por su enfermedad. En la novela se nos muestra que Camille es un ser dependiente, y cuya enfermedad le convierte en una especie de discapacitado, Thérèse vive junto a él en una vida monótona, probando los mismos medicamentos que él toma y está en un estado de completa abnegación, durmiendo con él y pasando tardes enteras en silencio para que él no se sienta solo ni tan enfermo. Esta situación lleva a madame Raquin a planificar un matrimonio entre ambos al cumplir la mayoría de edad.
En una de las reuniones sociales que se dan en la casa de madame Raquin, Thérèse conoce a un antiguo compañero de estudios de Camille, Laurent. Inmediatamente Laurent ve en Thérèse a una mujer que se encuentra reprimida y a la que desea conquistar. La atracción es mutua y empiezan un romance a espaldas de madame Raquin y el enfermizo Camille. El enamoramiento y la pasión desmedidas les llevan a tomar ciertos riesgos, a verse a escondidas en el dormitorio de la casa que se halla en la primera planta, mientras que en la planta baja se encuentra el negocio con el que madame Raquin sustenta a la familia. En más de una ocasión tienen relaciones sexuales sin echar el pestillo de la puerta, para correr el riesgo de ser descubiertos por madame Raquin, que se encuentra despachando la tienda en la planta baja. Los encuentros se suceden cada vez con más frecuencia, gracias al acceso que Laurent tiene al dormitorio de Thérèse a través de un pasaje lateral que conecta con la tienda. Nadie sospecha nada, pero entonces Laurent y Thérèse planifican el asesinato de Camille para tener vía libre y además hacerse con la herencia de 40000 francos que madame Raquin ha logrado reunir con mucho esfuerzo, sacrificio y tiempo.
En una salida al campo, Laurent, Camille y Thérèse deciden montarse en una barca para navegar en un lago antes de comer. Laurent ya lo tiene todo planificado. Thérèse finge una excusa para quedarse en tierra. Laurent y Camille suben a la embarcación, y en un momento, Laurent sujeta a Camille, muy delgado y frágil, para lanzarlo al agua, sabiendo que no puede nadar debido a su estado debilitado. Justo antes de caer al agua, Camille le da un mordisco en el cuello a Laurent, lo que tendrá secuelas posteriores en el desarrollo de la novela.
Muerto Camille, parece que ya no hay impedimento para la unión entre Laurent y Thérèse, pero estos esperan dos años para poder casarse y así no dar lugar a ninguna sospecha.
A partir de este momento, Laurent empieza a experimentar el peso de la culpa y el remordimiento (se podrían ver los ecos de Macbeth) Llega a ir a la morgue para examinar el cadáver de Camille y cerciorarse de su muerte. Empiezan los delirios y llega incluso a sentir el espectro del fallecido. La relación con Thérèse se va deteriorando hasta niveles de maltrato físico. Se culpan mutuamente de la muerte de Camille, cuando los dos han sido los culpables. La novela llega a extremos desagradables hasta el punto de describir cómo Laurent mata al gato de la familia, en el que ve la mirada inquisitiva de Camille, rompiéndole el espinazo. La crueldad extrema llega en el momento en el que Thérèse, creyendo estar embarazada de Laurent, provoca una pelea con este para que le patee la barriga y así provocar el aborto del futuro nasciturus. El supuesto amor se convierte en odio mutuo. Madame Raquin descubre que ambos han asesinado a su querido Camille, pero no puede descubrir a los asesinos de su hijo debido a que sufre un ataque de apoplejía y pierde el habla. En la escena final, totalmente trágica y patética, Laurent va a acabar con la vida de Thérèse dándole un veneno en la bebida, mientras Thérèse lleva un cuchillo bajo la falda para clavárselo a Laurent. Conscientes de que van a matarse el uno al otro, deciden beber ambos del veneno y morir abrazados, en una posición en la que Thérèse se queda besando la cicatriz de la mordedura que Camille le causó. Este hecho es sintomático, porque se describe el morbo de Thérèse al querer besar la cicatriz y morder a Laurent en un momento casi vampírico. La novela termina con madame Raquin siendo testigo muda de la muerte de los amantes, asesinos de su hijo, por lo que se siente un cierto grado de reparación y justicia.
Una vez resumido el argumento, vamos a examinar el contexto histórico y literario de Zola y de los influjos que tuvo, así como de la corriente naturalista.
Esta novela inicia, como ya he mencionado, el naturalismo en Francia. El naturalismo se basa principalmente en la descripción minuciosa de la naturaleza y en los detalles. Desdeña toda explicación de las causas y de conocimientos más allá de los fenómenos. Está muy relacionado con el movimiento realista, y a veces se mezcla y confunde con él. Zola se basa principalmente en las tesis de Claude Bernard, describiendo los comos, basándose principalmente en la fisiología (descripción de temperamentos y no de caracteres). Zola quiere describir desde los procesos físico-químicos corporales hasta la fisiología, y de ahí pasar a la antropología y la sociología y aplicar la novela experimental. Basándose en el método sociológico de Taine, Zola defiende que el individuo está completamente determinado por el medio ambiente y su genética. De tal forma que la sociedad puede ser explicada como otro organismo vivo si conocemos sus fundamentos y aplicamos el método experimental. En esta época ya ha tenido lugar la publicación de «el origen de las especies» de Darwin (1859) y asimismo Herbert Spencer ha defendido una especie de darwinismo social con la expresión «survival of the fittest» (supervivencia del más apto). No es baladí añadir que Spencer creía que los discapacitados tanto físicos como mentales debían ser eliminados para no ser una carga para la sociedad y el Estado (El nazismo toma de aquí su idea de biologicismo mezclado con el voluntarismo de las razas). El modelo científico que sigue Zola es el positivismo de Comte, que había establecido que la humanidad había pasado por tres estadios: el teológico (Dios lo ha creado todo y es la explicación última); el metafísico (el mundo se explica mediante entidades abstractas: el ser, la sustancia, la causa, etc) y el último en el que nos encontramos. El estadio positivista (las distintas ciencias explican el mundo mediante la experiencia y la inducción, aplicando el método científico que se estaba gestando en el siglo XIX)
En cuanto a las influencias literarias, el maestro que Zola quiere emular con la serie de los Rougon-Macquart es la comedia humana de Balzac. Zola describe a Balzac como un naturalista, así como a Flaubert y a Stendhal, aunque estos autores se suelen enmarcar en la corriente del realismo. (Parece que la distinción entre realismo y naturalismo está en que el realismo describe a la clase media burguesa, mientras que el naturalismo describe las clases más bajas y desfavorecidas, pero esto es objeto de debate de la crítica literaria). El que sí fue discípulo de Zola, considerado como uno de los más grandes representantes del naturalismo, fue Maupassant, pues era asistente fijo a las veladas de Medan en las que se forjó el movimiento. No obstante, el padre literario y padrino y maestro de Maupassant fue Flaubert.
El naturalismo se extendió por otros países de Europa. En Italia se le conoció como el verismo. En España, Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán fueron principalmente autores naturalistas (Muy recomendable leer los ensayos sobre el naturalismo en la literatura francesa de Pardo Bazán). Pío Baroja también podría encuadrarse en el naturalismo.
En Alemania destaca sobre todo la figura de Gerhart Hauptmann. Hermann Sudermann podría entrar dentro de la corriente naturalista alemana. Otros lo colocan en el saco del realismo. Un caso análogo ocurre con Thomas Hardy en Inglaterra, sin duda el mejor representante del movimiento. En Suecia, Strindberg comienza siendo naturalista hasta que después vira hacia el simbolismo y posteriormente el expresionismo.
El movimiento naturalista tiene un importante representante en la figura de Frank Norris, padre del naturalismo norteamericano. Para Norris, el naturalismo es romanticismo y de alguna forma el naturalismo es la superación de la lucha dialéctica entre el romanticismo y el realismo. También en los Estados Unidos tenemos la figura de Jack London, seguidor de las doctrinas de Darwin, ateo y con la sombra de Nietzsche latiendo entre sus páginas. Y no podemos olvidar a un autor como Theodore Dreiser, cuya obra maestra «una tragedia americana» tiene ciertos ecos con la obra que estamos analizando de Zola. El naturalismo murió en Francia apenas treinta años después de haber tenido origen, con el decadentismo y la aparición del libro «À rebours», de Huysmans. Esta obra se convertiría en la Biblia del decadentismo, y sería la fuente principal en la que se basaría Oscar Wilde para escribir su retrato de Dorian Gray, aparte del Jekyll y Hyde de Stevenson.
Para terminar, decir que la tesis de Zola de que el ser humano está determinado por sus pasiones e instintos hace que no haya moral en esta creencia. Paradójicamente, en Thérèse Raquin aflora la culpa y Zola está exhibiendo y siendo moralista (la doctrina de l´art pour l´art hace que queden sin tratar los grandes temas de la naturaleza humana: no asociar la estética a la ética empobrece la literatura)
El naturalismo influiría asimismo en el realismo norteamericano del siglo XX. Básteme citar la semejanza de la trama de «el cartero siempre llama dos veces» de Cain, con esta obra de Zola. Tanto Cain, como Steinbeck, como Hemingway, tal vez como Faulkner más que nadie, son hard-boiled writers para los que la realidad refleja la violencia y la tragedia de los seres humanos. «La razón es la esclava de las pasiones», ha escrito Hume. En estos autores se expresa que no somos sino bêtes humaines, por decirlo en palabras del mismo Zola.